Daoura y las proyecciones políticasDaoura

Las elecciones y los plebiscitos son eventos de suma importancia para el pleno ejercicio de la democracia en un país. Generan curiosidad, atención y tensión en cualquier sociedad libre para pensar, contradecir, debatir y decidir un nuevo rumbo.

Nunca antes, en momentos como estos, las redes sociales fueron tan importantes para entender la dinámica de la sociedad en la formación de sus opiniones políticas. Twitter, Facebook, Instagram y TikTok, por citar los principales, reúnen a millones de personas en todo el mundo, quienes los utilizan para, entre otras acciones, formar y expresar voluntariamente su opinión sobre un producto, un servicio público, una nueva ropa y, por supuesto, su opción política.

En este contexto, y considerando la enorme cantidad de manifestaciones sociales digitales que se publican a diario en las redes sociales digitales, existe un gran desafío para comprender la percepción y experiencia de las personas en relación a los más variados temas que se producen a partir de las relaciones sociales. Y entender va mucho más allá de simplemente “escuchar”, ya que saber si un tema es trending topics en Twitter dice más sobre su frecuencia en un periodo de tiempo determinado que sobre qué y cómo se habla de ello.

Aquí entra el papel de las tecnologías de procesamiento del lenguaje natural, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Para procesar miles de publicaciones en un tiempo récord, y extraer información contextual que nos ayude a hacer una lectura de los insights que nos pueden dar las redes, es necesario que enseñemos a la máquina a entender nuestro lenguaje humano y nos ayude en esta tarea. Si somos buenos en la calidad de la interpretación, la máquina es excelente en la velocidad con la que procesa grandes cantidades de información.

Hay, sin embargo, una gran diferencia entre entender las publicaciones digitales y proyectar los resultados de estos eventos democráticos. Trazar escenarios de posibles resultados electorales va mucho más allá de las redes, pero en esto juegan un papel fundamental: nos ayuda, con el apoyo de buenas tecnologías, a entender las tendencias y las redes de influencias que las personas, en el mundo digital, reproducen en el mundo real. Por supuesto, no se trata de predecir el futuro, sino de mostrar para dónde soplan los vientos. Para que la opinión pública sea efectiva, y por lo tanto reflejada en el voto, es necesario votar.

El último domingo tuvimos un ejemplo de esto en Chile. Daoura, durante más de 100 días, analizó más de 18 millones de interacciones en las redes sociales y proyectó que el 56% votaría por la opción que aprueba la nueva constitución, frente al 44% que la rechaza. La finalización del conteo de votos nos trajo el resultado real: 61,92% rechazaron y 38,08% aprobaron, contrastando el mundo digital con el mundo real. Lo concreto, sin embargo, fue que las interacciones digitales a favor de la aprobación dejaron una huella en la sociedad digital que debe ser considerada en la sociedad física en sus decisiones futuras. Estas manifestaciones no pueden ser ignoradas.

Pero, mucho más importante que acertar en los resultados de las votaciones, es necesario comprender efectivamente lo que dice la gente en las redes, buscar patrones, comunidades temáticas, comportamientos sociales a lo largo del tiempo, concentraciones y anomalías, correlaciones temáticas, comparaciones.

El desarrollo de la sociabilidad humana depende de nuestra propia capacidad para percibir y hacer inferencias sobre lo que la gente piensa y hace. Y esta idea es fundamental para Daoura, al proporcionar tecnologías para comprender la percepción y la experiencia humanas. Después de todo, estamos hablando de decisiones sociales, tan importantes para la construcción y el ejercicio de la democracia en todo el mundo.