Jornada Daoura: La Ciudad CognitivaDaoura

Este artículo es parte de la serie Jornada Daoura.

Construimos la casa y ya estamos viviendo en ella. Ahora tenemos que enfrentar las cuestiones comunes de un inmueble, como problemas hidráulicos y eléctricos, pago de las cuentas de servicios prestados por terceros, entre otros. Al final, queremos mantenerla bien conservada a largo plazo. Ahora ¿ya imaginó si nuestra casa pudiera entender lo que pasa con los elementos que la componen, aprendiera cuál es la mejor prestación de servicio para el habitante que en ella reside, y se adaptara a cambios de manera autónoma, permitiéndonos una vivencia más cómoda?

Esa es la esencia de la tercera etapa de nuestra jornada, lo Cognitivo. La principal idea de esta etapa es ver la ciudad bajo dos perspectivas: la de la sustentabilidad, que incluye al ser humano y al medio ambiente como partes fundamentales de su existencia, y la de la resiliencia, que implica la idea de una ciudad que aprende a partir de los eventos que ocurren en su territorio, y se adapta a los cambios impuestos en ella todo el tiempo, por cuenta de su dinamicidad en cuanto a un sistema complejo.

En esa etapa, solo la implementación de tecnologías no es suficiente. Hay, en realidad, un cambio de mentalidad en la forma en que la gestión urbana es organizada. Se deja a un lado una gestión urbana centralizada y con mentalidad de comando y control, para tener una gestión participativa, descentralizada, que reconoce al ciudadano y al medio ambiente como partes fundamentales de su existencia y para los cuales se deben ofertar sus servicios con calidad y previsibilidad; estos, por su vez, devuelven a la ciudad informaciones y soluciones para que ella se desenvuelva de manera constante y se sustente a largo plazo.

Además de eso, la etapa cognitiva tiene el objetivo de preparar a la ciudad para que ella responda a los eventos que puedan poner en riesgo su soporte futuro y la prestación de servicios a los ciudadanos y el medio ambiente que lo compone, a partir de lo que ella misma aprendió a lo largo de su existencia y de sus eventos anteriores. Cambios bruscos en el estado normal de operación de una ciudad, causadas, por ejemplo, por manifestaciones y catástrofes naturales, son rápidamente absorbidas por la ciudad cognitiva, sin que sus servicios esenciales se vean afectados de manera que impacte negativamente la vida de los ciudadanos. La ciudad cognitiva siente la vibración urbana y se adapta a ella, de manera autónoma.

¿A quién no le gustaría vivir en una ciudad con la cuál pudiese mantener una relación de buena convivencia, utilizar sus servicios de manera rápida y previsible, se sintiese seguro en relación a los impactos de los contratiempos que pueden ocurrir a cualquier momento, y, principalmente, tuviese un canal abierto y fluido con ella, para sugerir cambios y pedir mejoras que rápidamente pudiesen ser atendidas? Eso no es nada de otro mundo. Es simplemente hacer a la ciudad atender aquello que sus residentes y habitantes realmente necesitan, sin complicaciones ni burocracias, y con la ayuda extrema de la tecnología, la ciencia de datos y de su “memoria urbana”.

La Ciudad Cognitiva, por lo tanto, es la ciudad que hace uso del arsenal tecnológico y de sus datos para simplemente ser la ciudad en que las personas desean vivir y convivir, independiente de cuál sea ese deseo, dado que la propia ciudad aprenderá a partir de su interacción con los ciudadanos y el medio ambiente. La etapa Cognitiva va mucho más allá de la perspectiva de digitalización, eficiencia, comando y control que las etapas anteriores traen. Esa etapa cambia toda una mentalidad de organización urbana, y convierte a la ciudad en una entidad que coexiste con el ser humano y el medio ambiente, y que busca siempre ofrecer lo mejor de sí para permitir el bien estar y la buena convivencia social de aquello y aquellos que dependen de ella para vivir.

En el próximo artículo, vamos a finalizar la serie Jornada Daoura: De lo Digital a lo Cognitivo hablando exactamente sobre ese cambio de mentalidad en la práctica!

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