¿Por qué tu empresa aún no usa Inteligencia Artificial?Daoura

Más allá del futurismo, las tecnologías de inteligencia artificial (IA) tienen el poder de transformar los datos en certezas para que los negocios prosperen en un mercado cada vez más digital y competitivo.

Puede ser que tengas muchas dudas sobre todo lo que se dice sobre las tecnologías de inteligencia artificial, para qué sirven, si son accesibles, si son éticas o si son uno más de esos “futurismos” baratos, que crean esos escenarios de ciencia ficción, provocan miedos y traen aún más incertidumbres. Sin embargo, las empresas, independientemente de su tamaño o segmento de mercado, pueden disfrutar de los beneficios de la IA. El hecho de que tu negocio genere datos es el primer gran paso para que explores el potencial de la inteligencia artificial en tus retos empresariales.

La inteligencia artificial es una disciplina dentro del campo de la computación que busca replicar los procesos cognitivos de la inteligencia humana en las máquinas, hacer que estas realicen actividades operativas de manera más eficiente y apoyar a los humanos en sus jornadas diarias de toma de decisiones.

Dentro de esta disciplina, el campo que más ha evolucionado y se ha integrado en tantas actividades que realizamos hoy en día es el aprendizaje automático. Es decir, básicamente, enseñar a la máquina a realizar estas tareas no algorítmicamente, obedeciendo a un conjunto de reglas, sino, más bien, a partir de un conjunto de datos que, al ser analizados y procesados por ella, permiten crear un modelo (un patrón) de cómo alcanzar el objetivo final de tal tarea, y hacer que su inteligencia sea más completa a medida que se presenten datos más calificados en estas etapas de aprendizaje.

Al igual que nosotros, los humanos, que aprendemos absorbiendo un gran conjunto de datos e información, y extraemos patrones de ellos para razonar, concluir y actuar sobre algo, las técnicas de aprendizaje automático están destinadas a permitir que las computadoras pasen por el mismo proceso. Y esto se puede hacer en base a dos elementos fundamentales: lo que se le quiere enseñar a la máquina y los datos disponibles para enseñarle a realizar tal tarea.

Entre las aplicaciones que ya existen en el mercado, hay las herramientas basadas en la misma tecnología que actúan directamente en la personalización de la oferta de productos en función del perfil particular de un cliente y lo que necesita en el momento de la compra, aumentando directamente el potencial de ingresos de la empresa a partir de una oferta certera.

Asimismo, existen plataformas que ayudan a las empresas de retail a controlar toda la cadena de suministro de productos que ya no se basan en las clásicas previsiones de oferta y demanda, sino que están directamente relacionadas con lo que el consumidor, el punto final de la cadena, busca o puede buscar en un futuro cercano, permitiendo una planificación de inventario más precisa y reduciendo los costos con overstock (cuando hay un excedente de productos en stock) o problemas de stockout (cuando un producto con alta demanda no está en stock).

El punto es que la Inteligencia Artificial no se restringe a las grandes empresas que cuentan con áreas de inteligencia o de investigación y desarrollo. Es accesible para cualquier empresa que tenga algo fundamental: los datos. Además, ya existen vías estructuradas de esta jornada de transformación cognitiva empresarial, con etapas bien definidas, como AI.transforma de Daoura, para que cualquier empresa pueda entender sus incertidumbres de negocio, los datos que tiene disponibles y, a partir de ahí, incorporar la IA en sus procesos productivos y transformarse efectivamente en la era de las tecnologías cognitivas, ganando ventajas en un mercado cada vez más digital y competitivo.

Si aún no utilizas la Inteligencia Artificial en tu empresa por desconocimiento o miedo sobre el tema, debes saber que es hora de romper con esos mitos de que la IA es para unos pocos, es futurista, puede robar empleos, o cualquier otro argumento que la descalifica. Ciertamente, como individuo, la IA ya forma parte de muchas tareas diarias, como cuando haces una simple búsqueda en Google, cuando eliges la ruta con menos tráfico en Waze o cuando escuchas una lista de reproducción de Spotify hecha a partir de tus interacciones en la aplicación. Por lo tanto, si tu empresa tiene datos y objetivos estratégicos, ¿por qué no incorporar el avance tecnológico más importante de la última década y transformar tu negocio?